Comienza el verano y con el cambio de hábitos. Tenemos más tiempo libre, hacer más calor, pasamos más tiempo en la calle, comienzan las fiestas… Y con ello se nos olvidan los buenos hábitos alimentarios adquiridos durante todo el año. Al ser época estival parece que podemos hacer lo que queremos: comer helados, tomar alcohol, comer comida procesada, beber refrescos, darnos atracones… y todo esto sin ningún sentimiento de culpa, ya que ya llegará septiembre y nos pondremos a “dieta”. Y así continuamente, con las navidades, vacaciones y puentes.
En el día a día en la consulta nos encontramos con muchos pacientes que dicen estar siempre a dieta y no consiguen mantenerse. Al preguntarles por la “dieta” que llevan, nos damos cuenta que son dietas estrictas en las que no disfrutan y restringen muchos alimentos, pensando que son hipercalóricos, a la vez que otros alimentos, los pasan por alto. Al ser tan estrictas, acaban no siendo efectivas además de crear una necesidad de atracones de alimentos insanos.
Por ello, hoy os traemos una pequeña reflexión sobre que significa el concepto “estar a dieta” que os ayudará a reflexionar. ¿Qué significa para ti comenzar una dieta? ¿Para qué quieres hacerla? Si significa restringir ciertos alimentos durante un tiempo y tras esto volver a comer como lo hacías antes, estás equivocad@. Si la respuesta al para qué es solo para bajar de peso, te faltará motivación para el momento del mantenimiento.
Es muy importante interpretar la palabra dieta como una herramienta que no tiene fecha final, que te ayudara a aprender una nueva manera de alimentarte. Sin pasar hambre, sin restricciones, adecuada a tu estilo vida…
¿En cuánto tiempo quieres lograr tus objetivos? Sé realista contigo mismo, sincérate y ten en cuenta tu estilo de vida. El plan nutricional debe estar diseñado especialmente para ti, teniendo en cuenta todos los eventos, trabajos o situaciones personales por las que pases durante todo el proceso de aprendizaje.
¿Practicas algún deporte? Si la respuesta es que si, sigue así. En el caso de que sea no, proponte practicar el que más te guste, siendo siempre lo más realista posible. Delegar todo el éxito al cambio de hábitos nutricionales puede ser un error, hay muchos factores que se tienen que tener en cuenta y todos sumas acercándonos al objetivo.
Dicho esto, solo nos queda decir, que cualquier momento es bueno para comenzar a mejorar nuestra alimentación, cada uno con su objetivo. ¿Estás preparado para comenzar un cambio de hábitos que dure para siempre?
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